¿Qué es la tecnología?

Internet está repleto de respuestas a esta pregunta. Pero, a pesar de ello, no resulta fácil aportar una contestación que supere la superficialidad o la divagación. Si tu preguntas, habrá gente que te diga que Tecnología son los ordenadores y el móvil, las TIC en definitiva. Otros te dirán que la tecnología son todas esas máquinas que puedes encontrar en una fábrica. Algunos se referirán a los robots o a la inteligencia artificial. Unos pocos acudirán a las definiciones teóricas, hablando por ejemplo de tecnologías duras y blandas. También acudirán a la historia y a la evolución tecnológica. Es decir, a la rueda como una de las primeras invenciones del hombre. Habrá quién te hable de las cámaras digitales, que sustituyeron rápidamente a las analógicas. Alguien que pueda aportarte un poco más de detalle te responderá que hoy numerosos ámbitos tecnológicos están cambiando el mundo: la nanotecnología, la biotecnología, realidad virtual o aumentada, impresión 3D, nuevos materiales… Algunos aportarán por respuesta una referencia todavía más concreta a las tecnologías emergentes, aquellas que en cada momento son las grandes promesas para el futuro próximo, como por ejemplo blockchain actualmente. Otros –también expertos- te hablarán con pasión de conceptos que suponen grandes ámbitos de aplicación de la tecnología futura: Smart Cities, IoT, industria 4.0, coches autónomos y conectados….

Todo lo anterior es tecnología pero en realidad nada lo es (al menos desde el punto de vista que quiero que adoptéis en este libro). Digo que todo lo anterior es tecnología ya que este concepto, cuando se analiza con un cierto detalle, se ve como una idea multicapa. Pero afirmaba que nada lo es ya que en esas capas de la tecnología hay un corazón, al cual no nos hemos referido en el párrafo anterior. El corazón, la tecnología tal como la veremos en este libro, es cada solución tecnológica concreta, que –y esa idea es muy importante en este libro- alguien ha desarrollado (y frecuentemente patentado) y que le permite construir productos, mejorar procesos, ofrecer servicios…

Este curso se orienta a la gestión de la tecnología pensando pues en ese corazón, en esas soluciones concretas. Este manual no es por tanto un escrito periodístico genérico sobre la importancia de la tecnología en la sociedad o en las empresas. No es tampoco algo que pretenda dibujar un futuro distinto lleno de soluciones tecnológicas, robotizado e informatizado. No es un manual para hablar de tecnologías genéricas y de su importancia en el mundo actual. La nanotecnología (o la biotecnología, o la realidad aumentada, o…) no permiten construir productos. Una solución tecnológica concreta en el ámbito de la nanotecnología si lo permite. Ese matiz es el que me permite explicaros hacía donde se orienta este libro.

Tecnología: Concepto multicapa

Hago de nuevo hincapié en el hecho de que la Tecnología es una idea que va por capas. Para ayudar a visualizar esas distintas capas que confluyen en la tecnología me valgo de algunos conceptos relacionados con la estrategia de la empresa. En concreto, de las competencias o capacidades esenciales. Esa idea manifiesta que cada empresa tiene unas competencias organizativas y tecnológicas específicas, que explican por qué las empresas son distintas y como cambian con el tiempo. Son por tanto su esencia. Una capacidad esencial es aquella que resulta del aprendizaje colectivo de la organización, especialmente de la capacidad de coordinar las diversas técnicas de producción e integrar corrientes tecnológicas. El concepto proviene de Prahalad y Hamel [1]. Las ideas básicas de esos autores son estas:

La ventaja competitiva sostenible de las empresas no reside en sus productos sino en sus competencias nucleares. Las fuentes reales de ventaja competitiva se encontrarán en la capacidad de los gestores de la empresa de consolidar y convertir tecnologías de amplio uso en la empresa y habilidades de producción en competencias que permiten a la empresa adaptarse más rápidamente a las oportunidades cambiantes. Las competencias nucleares contribuyen a o suministran más de un producto nuclear, los cuáles a su vez alimentan a más de una unidad de negocio. [2] Los productos esenciales son los componentes o subconjuntos que realmente contribuyen a dar valor a los productos finales. Los autores propusieron unos árboles tecnológicos en los cuáles:

  • Los productos finales son las hojas, las flores y el fruto
  • Las unidades de negocio son las ramas más pequeñas
  • Los productos esenciales son el tronco y las ramas principales
  • Las competencias esenciales son las raíces

El modelo reconoce también las competencias organizativas. Se indica que las competencias esenciales requieren foco. No se pueden tener más de 5 o 6 competencias esenciales. Las grandes empresas multidivisionales no pueden sólo ser vistas como un conjunto de unidades de negocio sino también como un racimo de competencias (que no únicamente impactan en una unidad de negocio). Utilizamos un ejemplo que aunque tiene sus años (como la teoría misma), creo que resulta pedagógico. Se trata del de la empresa Canon. En ese momento tenía:

  • Productos finales (hojas, flores, fruto): Cámaras autofoco, Cámaras electrónicas, Impresora láser, Impresora color, etc. etc.
  • Unidades de negocio (ramas más pequeñas): Fax, fotocopiadoras, cámaras…
  • Productos esenciales (tronco y ramas principales): Motor ultrasónico anular, motores impresora láser, tecnología láser
  • Competencias esenciales (raíces): Mecánica de precisión, óptica final, microelectrónica

En este Curso de Tecnología, aunque hablaremos de ellas, no asimilaremos el concepto de tecnología a las raíces. Como remarcamos en este apartado, la mecánica de precisión, la óptica, la microelectrónica… son ámbitos tecnológicos pero no tecnologías. Este libro está esencialmente enfocado hacia la capa constituida por los productos esenciales, por el tronco y las ramas principales. Para nosotros, el corazón de las tecnologías son el motor ultrasónico anular, la tecnología láser, etc.

Tecnologías y ámbitos tecnológicos genéricos

Las tecnologías genéricas, calificadas así a causa de su carácter fundamental, están en la base, en las raíces, del potencial tecnológico de las empresas y encuentran aplicaciones en distintos sectores, subsectores y productos. Ámbitos tecnológicos muy genéricos que hoy conforman la frontera del conocimiento son la inteligencia artificial, la genética, las tecnologías médicas, el coche eléctrico, el coche conectado, la nanotecnología, las tecnologías móviles…

La Comisión Europea, para sus políticas de innovación, popularizó el concepto de General Purpose Technologies (GPTs) o Key enabling technologies (KETs). La característica fundamental de esas GPT / KET es su capacidad de generalización, de salir del sector donde surgieron para trasladarse a otros sectores económicos y generar oportunidades. La Comisión sugirió estas tecnologías facilitadoras: nanotecnología, microelectrónica y nanoelectrónica, fotónica, materiales avanzados y biotecnología. Europa afirma que “Si tecnologías como el transporte aéreo y las telecomunicaciones transformaron las economías en el siglo XX, hoy en día el crecimiento viene impulsado cada vez más por otras tecnologías facilitadoras como las ecotecnologías, las nanotecnologías, las biotecnologías y las infotecnologías. Estas tecnologías pueden afectar a todos los ámbitos de nuestras vidas y los marcos reglamentarios deben basarse en pruebas científicas, con una información transparente a los ciudadanos y con la participación de estos.

Las nanotecnologías prometen desarrollar nano y micro dispositivos y sistemas inteligentes, así como lograr avances decisivos en terrenos tan importantes como son la asistencia sanitaria, la energía, el medio ambiente y la fabricación de mercancías. La microelectrónica y la nanoelectrónica, incluidos los semiconductores, son esenciales para todos los bienes y servicios que requieren controles inteligentes en sectores tan diversos como el automovilístico y el transporte, la aeronáutica y la industria aeroespacial. Los sistemas de control industrial inteligentes permiten una gestión más eficiente de la generación, el almacenamiento, el transporte y el consumo de electricidad a través de redes y dispositivos eléctricos. La fotónica es un ámbito pluridisciplinar en torno a la luz que abarca su generación, detección y gestión. Entre otras cosas, proporciona la base tecnológica para la conversión económica de luz solar en electricidad, lo que es importante para la producción de energías renovables y para una variedad de componentes y equipo electrónicos como los fotodiodos, los LED y los diodos láser. Los materiales avanzados aportan grandes mejoras en una amplia gama de campos distintos como la industria aeroespacial, el transporte, la construcción y la asistencia sanitaria. Asimismo, facilitan el reciclaje, de modo que se reducen la huella de carbono y la demanda energética, y se disminuye la necesidad de materias primas que escasean en Europa. La biotecnología ofrece alternativas más limpias y sostenibles en lo referente a los procesos relacionados con las operaciones industriales y agroalimentarias. Por ejemplo, permitirá la sustitución progresiva de materiales no renovables que se utilizan actualmente en diversas industrias por recursos renovables. No obstante, su ámbito de aplicaciones no ha hecho más que comenzar.

Ámbitos de las startups

Veremos en este curso que las startups son hoy uno de los grandes agentes productores de innovación y disrupción. Esas startups están hoy tremendamente próximas a los nuevos conceptos tecnológicos. Y ese mundo de startups ha creado una “nueva capa” en la definición de tecnología. Me refiero a las áreas o campos en los que actúan. ¡Ya no son sectores! Los sectores tradicionales de actividad económica (sector químico, alimentario, construcción, etc.) se han visto desplazados por nuevos conceptos. Hoy los ecosistemas de startups agrupan sus empresas de forma distinta, los agrupan en ámbitos de actuación que suponen una mezcla de tecnología y mercado. Por ejemplo: biotech, agritech, foodtech, fashiontech, adtech, insurtech, greentech, healthtech, cleantech, edtech, fintech, Artificial Intelligence, Big Data, Blockchain, Gaming, legaltech, traveltech, etc. Esos ámbitos son hoy en día una nueva capa en la definición de tecnología, una capa interesante, muy utilizada.

Objetivo de este curso

Como he avanzado antes, este libro se dirige al corazón de la tecnología. De acuerdo, hablamos de tecnologías y de estos ámbitos tecnológicos de actuación de las startups. Pero vamos a considerar como “Tecnología” aquello concreto que:

  • Ha sido desarrollado, a través de un proceso de investigación y proyectos de I+D o de innovación, de grandes empresas, centros públicos de investigación o startups
  • Suele ser susceptible de protección, por ejemplo en forma de patente
  • Es susceptible de ser transaccionado
  • Puede por tanto ser valorado
  • Permite sustentar productos, procesos, servicios

Otra forma de ver las distintas capas de la idea de Tecnología son esta serie de preguntas:

  • ¿Qué priorizan los planes regionales, estatales y continentales de I+D y de tecnología? ¿Cuáles son los grandes ámbitos a los que se dirigen?
  • ¿Sobre qué investigan los centros públicos de investigación y las universidades?
  • ¿De qué hablan las publicaciones científicas de las instituciones mencionadas?
  • ¿Qué patentan las universidades?
  • ¿Sobre qué investigan las empresas? ¿Qué desarrollan?
  • ¿Qué patentan las empresas?
  • ¿Qué publicitan las empresas?
  • ¿Qué venden las empresas?

Quién sepa responder las preguntas anteriores, se dará cuenta que esas respuestas son capas de la idea de Tecnología. De manera sintética, mis respuestas serían algunas como las siguientes: Las universidades tienen líneas de investigación, publican resultados de proyectos de investigación y patentan aplicaciones concretas de esos resultados, las cuáles son ya tecnologías. Las empresas también patentan tecnologías, publicitan productos y venden referencias.

Pero ¿Por qué hablamos de tecnología?. La tecnología es importante, para la sociedad y para la economía. El cambio tecnológico se ha acelerado. Hoy uno de los drivers y también consecuencias del cambio tecnológico es la variedad y complejidad crecientes de la tecnología. Un molino del siglo XIX tenía 20 partes y uno actual tendrá 5 veces más. Un coche tiene 30.000 piezas, un avión 3,5 millones, el transbordador espacial 10 millones. Por otra parte, en este libro, asociamos muy directamente tecnología con expectativas. Por ello, nos inclinamos ligeramente hacia el estadio inicial de la tecnología, hacía las tecnologías emergentes. Pero… ¿qué son las expectativas? Las podemos definir cómo “real time representations of future technological situations and capabilities”. Las expectativas son la fuerza motriz que marca la evolución tecnológica. Esas expectativas son capaces de hacer evolucionar conceptos y dan forma a las tecnologías que se encuentran en estadios emergentes. Es cierto que en determinados casos y momentos esas expectativas no responden a la realidad (veremos al respecto la curva de Gartner). Pero las expectativas mueven a los respectivos actores y obligan a concretar las agendas, legitiman el proceso atraen a inversores y a otro tipo de agentes y todos ellos evolucionan la propuesta inicial convirtiéndola en experimentos y prototipos. Por tanto, las expectativas son ejecutivas por naturaleza y conforman la dinámica de una trayectoria tecnológica.

[1] Prahalad, C.; Hamel, G. (1990). The core competencies of the corporation. Harvard Business Review, May – June, 79-91. Prahalad, C. and Hamel, G. (1994). Competing for the Future. Harvard Business School Press. Cambridge, MA
[2] Hasta el momento en que Prahalad y Hamel expusieron su posicionamiento, las empresas funcionaban en base a las unidades de negocio, sin tener demasiado en cuenta capacidades y productos esenciales.

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