Cómo sacar rédito de la investigación básica (Convergence Accelerator y otros)

La National Science Foundation (NSF) es esa agencia federal americana creada en 1950 con el objetivo de impulsar la ciencia. Me remonto un poco en la historia, antes de pasar al tema que quiero exponer en este post. Hace más de 100 años, mientras que las universidades en Europa estaban ya por la labor, sólo unas pocas de las americanas investigaban. La mayoría solo impartía docencia. Esas pioneras eran la Universidad Johns Hopkins, que inició su investigación en 1876, la Universidad Clark, en 1890, la Universidad de Stanford, en 1891, y la Universidad de Chicago, en 1892. Durante la primera mitad del siglo XX, el sistema universitario americano evolucionó y se colocó al nivel del europeo. Sin embargo, en 1939, sólo había allí dieciséis universidades investigadoras. Además, su I+D era muy diversa, ya que no había coordinación entre los agentes que la financiaban. El gobierno no tenía una política científica clara y priorizaba la investigación aplicada. No era consciente del valor del conocimiento de frontera. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial cambió radicalmente esa visión. En 1940, Vannevar Bush convenció al presidente Roosevelt de que los científicos podían contribuir a ganar la guerra desarrollando tecnología militar, lo cual no comportaba crear una gran estructura nacional de organización y supervisión (que hubiese supuesto tiempo), sino que únicamente hacía falta dinero. Las aportaciones de la ciencia fueron tan espectaculares (energía atómica, radar, desarrollos en aeronáutica…) que motivaron el interés del gobierno. Con ello, se establecieron agencias gubernamentales para asignar fondos a la investigación.  El origen de este proceso de construcción de un sistema científico está en el documento Science, the Endless Frontier, presentado en 1945 por el mismo Bush, en aquellos momentos director de la Office of Scientific Research and Development. La propuesta comportó la creación, en 1950, de la National Science Foundation (NSF).

Sede de la NSF, en Alexandria, a unos quince km del centro de Washington

El objetivo de la NSF es apoyar la investigación fundamental (la básica, la que mueve la frontera del conocimiento) en todos los campos científicos y de la ingeniería. Sus herramientas son subvenciones por convocatoria, becas y contratos, tanto con las universidades como con otras instituciones de investigación. Las solicitudes las hacen los científicos de esas instituciones y se evalúan mediante el sistema de expertos o peer review.

La NSF se ha estructurado en direcciones generales, siete en concreto, que no han variado en los últimos 30 años. Sin embargo, hace pocos días se ha aprobado otra: El Directorate for Technology, Innovation and Partnerships (TIP).

Al crear esta nueva dirección general, la NSF quiere acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías disruptivas basadas en la investigación de frontera. Pero pensando en las necesidades de la sociedad y la economía. Este es un aspecto clave.

Además, con el tiempo, TIP quiere establecer “motores de innovación” regionales en los Estados Unidos, que promoverán la investigación, el emprendimiento y el talento. Se pretende un crecimiento económico de abajo hacia arriba.

Los programas con los que nace TIP son los siguientes:

  • America’s Seed Fund
  • Convergence Accelerator
  • Innovation Corps (I-CorpsTM)
  • Partnerships for Innovation
  • Pathways to Enable Open-Source Ecosystems

Decía antes que el enfoque de TIP estaba basado en las necesidades de la sociedad y la economía. Es una orientación que está transformando las políticas públicas en el mundo, tanto de transferencia de tecnología como de aceleración de startups. Veamos cómo. Y para ello, os explico cómo funciona el Convergence Accelerator, que tiene distintas fases:

  • En la primera, se seleccionan los temas o problemas que se quieren solucionar
  • En la segunda, el programa lanza una convocatoria para seleccionar equipos multidisciplinares, que trabajen en una investigación de convergencia, de frontera, avanzando en sus propuestas (con una financiación de hasta 750.000€). Los equipos estarán formados por investigadores de universidades y de corporaciones, de entidades sin fines de lucro, del gobierno, startups, etc. etc.
  • En la tercera fase, a los equipos se les pueden asignar hasta 5 millones para desarrollar prototipos y pruebas de sostenibilidad.

Os recomiendo comprender muy bien el proceso anterior ya que, como decía, supone una nueva época de la transferencia de tecnología y la creación de startups deep tech. Alguien verá una similitud con los tradicionales venture builders. Efectivamente, no son mecánicas distantes. Pero en este caso, se proponen soluciones desde la investigación básica, situadas en la última frontera del conocimiento.

Quisiera remarcar que uno de los programas de TIP son los Innovation Corps (I-CorpsTM). Aquí los hemos importado de la mano de La Salle y de The Collider y tratamos de extenderlos por el sistema. Ha sido una buena apuesta.

TIP y sus programas evidencian que la investigación de frontera tiene un alto valor, para las personas y la economía. Un país que no dedique esfuerzos a la investigación básica, no participará en el desarrollo económico del futuro.

En próximos posts volveré de nuevo a TIP y a sus programas.

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