Cómo convertir la I+D en productividad

Hace pocos días vi un tweet con un gráfico sobre la productividad en Estados Unidos y Europa. Ese gráfico -por sí solo- no necesitaba consumir ningún carácter de los que X nos proporciona para cada tweet. ¡Es dramático! Europa tiene un serio problema con su productividad (y también UK).

Relacionado con ello, hoy he tenido acceso a un paper, el siguiente: R&D and productivity in the US and the EU: Sectoral specificities and differences. Es un artículo que resume un proyecto de investigación de los profesores Davide Castellani, Mariacristina Piva, Torben Schubert y Marco Vivarelli.

Los autores recuerdan algo que el gráfico anterior no permite ver: la productividad en Estados Unidos y en Europa se mantuvo más o menos estable entre 1980 y 1995. Pero en el actual siglo (y eso es lo que ya se ve en el tweet) en Estados Unidos ha crecido enormemente y la europea no lo ha hecho igual, ni mucho menos. Hay un gap cada vez mayor entre ambos territorios.

Los autores se preguntan por las causas de esa divergencia. Recuerdan que la bibliografía ha propuesto y estudiado distintas opciones (y seguramente la causa es una mezcla de todas ellas):

  1. La mayor flexibilidad laboral en Estados Unidos,
  2. la calidad del capital humano,
  3. las mejores prácticas de gestión en el otro lado del Atlántico,
  4. las diferencias en cuanto a la difusión de nuevas tecnologías
  5. el distinto nivel de gasto en I+D
  6. de hecho, ese diferente nivel de gasto se ha explicado por una diferente composición empresarial entre Europa y Estados Unidos: Europa tiene menos empresas industriales y de servicios intensivas en I+D.

Por otra parte, la bibliografía ha propuesto también como factor causante de esa diferencia de productividad la incapacidad de las empresas europeas de aprovechar sus inversiones en I+D y convertirlas en aumentos de productividad. Es decir, habría un problema de menor inversión en I+D y al mismo tiempo un problema de menor aprovechamiento de la I+D.

Tratando de aportar luz sobre esta última cuestión, los autores usan el EU Industrial R&D Scoreboard (que incluye las mayores empresas mundiales, que dedican cantidades enormes a la I+D) y estudian 1.112 corporaciones, 608 de Estados Unidos y 504 de Europa.

Os hago un resumen muy rápido de sus resultados. El más importante: Las empresas de los Estados Unidos sacan un mayor rédito productivo a sus inversiones en I+D que las europeas. Además:

  • Detectan un claro efecto de la I+D en la productividad
  • Pero no todos los sectores se comportan igual. Diferenciando entre sectores de alta tecnología y los sectores baja o media tecnología, la I+D tiene un mayor efecto sobre la productividad en los primeros.
  • Es decir, no solo es importante invertir en I+D empresarial. Para ver en detalle el efecto sobre la productividad, es asimismo relevante saber qué tipo de sectores tecnológicos empresariales realizan esa inversión en I+D. Y dicho de otra manera: Para que un continente como Europa sea cada vez más productivo debería tener sectores muy tecnológicos que inviertan en I+D. Esa puede ser pues una de las razones del gap de productividad entre Estados Unidos y Europa.

Políticas públicas necesarias

Al final del artículo, reflexionan sobre política pública. Lo que afirman no nos sorprende a muchos: El soporte que Europa da a la I+D, a través de la Comisión y sus programas, no ha demostrado ser efectivo para conseguir uno de sus principales objetivos: Hacer Europa más competitiva a largo plazo. Los autores recuerdan que en el ámbito de la I+D debe haber dos tipos de políticas:

  • Aquellas orientadas a promover una mayor inversión en I+D
  • Aquellas dirigidas a sacar más provecho de la I+D

Europa ha hecho un énfasis excesivo en las primeras (con el famoso objetivo del 3%). En particular, el trabajo sugiere algo que muchos hemos propugnado durante tiempo: Hay que promover en Europa unas políticas dirigidas a cambiar la composición empresarial, aumentando a largo plazo el número de empresas que operan en sectores de alta tecnología, que son las que mejor convierten la I+D en productividad.